Es casi un tópico señalar que las categorías teóricas desarrolladas por Erving Goffman siempre pueden ser bien aplicadas, cuando se está llevando adelante un análisis de algún tipo de interacción humana.Por ello abundan los ejemplos de apropiación creativa del modelo conceptual goffmaniano, llevándolo mucho más lejos que lo que el sociólogo canadiense previó. En este caso presentamos tres ejercicio de inspiración goffmaniana (y también “batesoniana”), aplicados a un episodio de una novela de Milan Kundera, un fragmento de un film de Clint Eastwood y un blog de tipo personal